Seducir a aquella joven era un verdadero desafío.
Gabriel Hudson era uno de los empresarios más importantes de Nueva Zelanda… y no estaba acostumbrado a que lo rechazaran. Por eso decidió seducir a la bella Rhiannon Lewis, sin importarle cómo. Gabriel tenía a su disposición todo lo necesario para cortejarla y atraerla. Pero cuando nada de eso funcionó, Gabriel se dio cuenta de que debía cambiar de estrategia: tenía que ser más dulce y delicado.
El resultado fue impresionante; Rhiannon empezó a ser más accesible, pero también le reveló algo que él no esperaba…