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Erin Watt

La princesa de papel

  • dijeyehas quoted6 years ago
    Ataca cuando te ataquen. No seas débil.
  • Andrea Navahas quoted4 years ago
    El destino es para los débiles, aquellos que no tienen suficiente poder o voluntad para encauzar su vida como necesitan
  • Itza Vidalhas quoted5 years ago
    En este mundo nada conserva su brillo para siempre.
  • Xavi Chávez Arciniegashas quoted5 years ago
    la miseria no te miente. No tiene un bonito envoltorio. Es lo que es.
  • yunuen thae yeon rojas cuevashas quoted6 years ago
    Como cuando tu hijo te dice «Mamá, háblame de papá» y tú te encuentras en un aprieto y sueltas de golpe el primer nombre que te viene a la cabeza: «Esto… se llamaba, eh, Steve, cielo».
  • familysander7has quoted7 years ago
    Mientras Valerie está en el baño, la canción Touch Myself de Divinyls empieza a sonar y yo comienzo a bailar,
  • valeriafeahas quoted7 years ago
    Mi vida es mía. Yo la vivo. Yo la controlo.
  • *Carlos *has quoted2 days ago
    —Pero si no he llegado tarde
  • agvargasahas quoted4 days ago
    Mi vida es mía. Yo la vivo. Yo la controlo.
  • resendisolive511has quoted5 days ago
    Capítulo 2

    Daddy G’s es un cuchitril, pero está mucho mejor que otros clubs de Kirkwood. Aunque es como decir «Muerde este pollo podrido. No está tan verde y mohoso como otros trozos». Aun así, el dinero es dinero.

    La aparición de Callum Royal en el instituto me ha hecho darle vueltas a la cabeza todo el día. Si tuviese un portátil y conexión a internet, lo habría buscado en Google, pero mi viejo ordenador está roto y no tengo dinero para sustituirlo. Tampoco quería hacer la caminata hasta la biblioteca para usar uno de los que tienen allí. Es una estupidez, pero tenía miedo de que Royal me tendiese una emboscada en la calle si me marchaba del apartamento.

    ¿Quién es? ¿Y por qué piensa que es mi tutor legal? Mamá nunca mencionó su nombre. Antes, durante un momento, me he preguntado si sería mi padre, pero esos papeles decían que mi padre también había fallecido. Y, a menos que mamá me hubiera mentido, sé que mi padre no se llamaba Callum. Se llamaba Steve.

    Steve. Siempre he pensado que se lo inventó. Como cuando tu hijo te dice «Mamá, háblame de papá» y tú te encuentras en un aprieto y sueltas de golpe el primer nombre que te viene a la cabeza: «Esto… se llamaba, eh, Steve, cielo».
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