Vivimos en sociedades bastante convulsas donde se suceden a diario multitud de acontecimientos preocupantes y desagradables que los medios de comunicación se ocupan de magnificar. Cuando se trata de proponer soluciones, muchas personas se refieren a la función que podría tener la escuela contribuyendo a resolver algunos problemas sociales.
En este libro se propone la introducción de un conjunto de cambios profundos en la escuela. Los autores consideran que hay que realizar dos tipos de adquisiciones fundamentales. Por un lado, aprender a desarrollarse como un ser social, relacionándose con los demás, aprendiendo a respetarlos, a cooperar, y también a competir dentro de las reglas del juego. Por otro lado, desarrollar la capacidad para comprender la realidad y desenvolverse en el entorno, tanto respecto a la realidad física y natural, como a la realidad social.
Para ello se proponen tres cambios fundamentales en la escuela: a] respecto a la organización social, que tiene que implicar a los alumnos; b] respecto a la manera de aprender, que tiene que tratar al alumno como un investigador, y c],respecto a las relaciones de la escuela con la comunidad, que tiene que implicarse en ella. Se propugna una manera de trabajar en la escuela que proporcione la educación adecuada para la formación de ciudadanos que vivan en una sociedad democrática en el siglo XXI.