Amé este libro, la verdad es que te enseña un montón de cosas, de que no debes guardarte nada, mucho menos lo que Annabelle se guardó.
Si hay algo que me molesta de las tramas que se desarrollan en algunas historias juveniles, es el “todos no miraban” “todos hablaban de nosotros”. ¿Es en serio? Sinceramente me parece muy aburrido e innecesario. Algo como eso, me hace creer que el autor necesita un "algo" para que su protagonista sea especial y a falta de creatividad, recurre a ello.
Esta no fue la única razón por la cual he dejado a medias este libro, sino también por las historias y sus personajes. Verán, hay una parte donde la protagonista nos habla del transtorno alimenticio de una de sus hermanas, y creo que ni a un insulso narrador en tercera persona le hubiese importado menos, además que esto no afecta en nada al protagonista. NADA. En serio, me pareció una oportunidad desaprovechada en forma récord. Además de que la autora, en mi opinión, se esfuerza demasiado en hacer a sus personajes diferentes y especiales (como lo he mencionado al inicio), les pone intereses con calzador, por lo que se siente demasiado artificial. Un desperdicio total de tiempo. Hay historias juveniles muy bien construidas, preciosas y capaces de agitar tu alma, ésta NO es una de ellas. Lástima.