Se oculta; no puedes verlo, pero siempre está ahí, observándote, vigilándote, espiando todo lo que haces y dices. No es un vampiro, pero se alimenta de ti, depende de ti, por eso se esconde y te utiliza. Y, entre tanto, crece y crece sin parar, como un parásito. La estrategia de los parásitos consiste en ocultarse en organismos de otras especies y nutrirse de ellos sin llegar a matarlos. Existen muchos tipos de parásitos, tanto animales como vegetales, pero hay uno del que nunca has oído hablar, una clase de parásito que ni en la más terrible de las pesadillas podrías imaginarte. Es inteligente, es despiadado y posee un poder increíblemente vasto.