Alberto Chimal

Gente del Mundo

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  • Adal Cortezhas quoted4 years ago
    Los umah63 castigan duramente los gritos de miedo, los gemidos de dolor o placer, aun las voces irreprimibles de los que duermen. A menos que sean sacerdotes del Rito de la Voz y deban aprender, con riesgo de su alma, alguna lengua para los inevitables tratos con otros pueblos, no saben articular palabra alguna. Nada sino el sonido de la boca, dicen, delata la presencia de los hombres a los ciegos espíritus del mal; el llanto de los niños, siempre incontrolable, les parece la causa de las desdichas que los afligirán cuando sean mayores
  • Sara Aquinohas quoted4 years ago
    Lo que cuenta, dicen sus sabios, es la perseverancia. Y la belleza de cuanto se hace bien.
  • Yatzel Roldánhas quoted5 years ago
    En las playas de Junudde, las de arenas y aguas pardas, los iutud40 viven de la pesca y los naufragios. Sólo un rasgo los distingue de otros pueblos de ese litoral: su lengua tiene una palabra que muchos traducen como “escritura”, pero en verdad desconocen las artes de los símbolos, y el término designa en cambio este diario ritual: de mañana, cuando baja la marea, se acercan al borde del agua que retrocede, se arrodillan en la arena pesada y blanda y entierran la cara en ella. Luego se levantan. A los rostros así grabados los llaman “historia”, y los creen su testimonio a los dioses del mar, que les dieron la vida y les exigen relatarla de tal manera, silenciosa y fugaz. (Estos bajorrelieves se desdibujan con rapidez, y al fin la marea, que vuelve, los borra del todo.)

    Cuando alguien muere, se le lleva hasta la playa para dejar una última huella; se piensa que sólo así lo reconocerán quienes lo esperan más allá del mundo.
  • Yatzel Roldánhas quoted5 years ago
    (A veces ocurre que los magos encargados de juzgar cuántos y cuáles trozos son de un mismo espíritu declaran que hay faltantes: tercios, quintos o décimos de alma que no se hallan en ningún sitio de la tierra de los khaam, y que por tanto han de estar en otras. Los Hermanos de Aliento a quienes aflija esta desgracia deben seguir juntos, y juntos partir a recorrer el mundo en busca de lo que les falta. Grande es el dolor de quienes los ven marcharse; casi nunca regresan.)
  • Yatzel Roldánhas quoted5 years ago
    LOS NOMBRES

    Adictos a la filosofía, a la que sacrifican toda otra actividad y placer, los tynomye37 de la isla Imyä creen que cada hombre o mujer del mundo tiene muchos nombres. A esta noción la llaman el Sistema de las Cosas, y la explican de esta forma:

    Al nacer, cada uno tiene sólo el nombre de su alma, que nunca es igual al de otra.

    Al ser dado a sus padres, adquiere el nombre que ellos le otorgan.

    Al crecer y elegir su camino, es llamado como su camino, y caminos ya hay pocos.

    Al descubrir el placer de la carne, su amante le da nombre, y esos nombres son aún menos.

    Al engendrar, ya sólo puede ser padre o madre.

    Los tynomye registran sus nombres en grandes libros, y los leen y los estudian; al hacerlo aprenden, según dicen, la historia de todo y todos: lo que hay de distinto en los iguales, lo que hay de igual en los más diferentes.

    Sólo han fracasado en la búsqueda del Nombre Final, que se revela en el momento de la muerte y es uno para todas las criaturas y todas las cosas. Y en clasificar los Nombres Raros, que algunos se otorgan a sí mismos sin causa ni consecuencia aparente, para sorpresa del mundo ordenado.
  • Yatzel Roldánhas quoted5 years ago
    Nada los alegra más que la llegada a su país, la meseta de Ollavi, de contadores de cuentos, rapsodas y estudiosos de todo el mundo, que hacen el viaje para consultarlos sobre los asuntos más variados y, también, para ofrecerles las obras nuevas, que se crean sin cesar. Pero ellos casi no viajan: educados para el sosiego y la lentitud, que favorecen el ejercicio de la memoria, se sienten aturdidos por el ritmo apresurado de la vida en otras regiones.
  • Yatzel Roldánhas quoted5 years ago
    LA BELLEZA

    La vista de los sawu,33 habitantes de la comarca de Sawunendil, es una prueba para muchas almas sensibles. Cada año, en la noche de Pleno Verano, agregan una nueva herida a sus rostros: una cicatriz, una llaga, una perforación, un trozo de piel o carne desgarrada, que hace de las caras de los más viejos máscaras extrañas, aterradoras para el que piensa en el dolor de los que las portan. Pero ellos se sienten orgullosos: cada uno decide dónde hundirá el cuchillo, cuánto cortará, en qué dirección, y así no es igual a nadie; así refleja, piensa, el aspecto de su alma.

    En verdad, muchos rostros de los sawu son hermosos
  • Yatzel Roldánhas quoted5 years ago
    Para los janr,25 la muerte es el estadio último y definitivo de la existencia. Esto los llevó, desde antiguo, a temerla y detestarla, y a tener el arte de la preservación como el más elevado, el más digno y virtuoso.
  • Yatzel Roldánhas quoted5 years ago
    Los necios se sonríen al verlos, los denuestan, los atacan: los vejan y a veces los matan, pues ninguno lucha, ninguno se resiste. Pero los prudentes pasan a su lado con respeto, pues los mibule abominan de la voluntad y se abandonan a la vida, de tal modo que nada sea obra suya y todo les ocurra. Y nadie, afirman, puede probar que la acción mejore al mundo
  • Yatzel Roldánhas quoted5 years ago
    Los mibule23 son llamados, también, la Gente Raíz. El mote proviene de su costumbre de elegir un sitio para vivir, sentarse en él y no volver jamás a levantarse
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