Basada en personajes reales. En la pensión de la viuda Vauquer en París, vive el viejo Goriot, un comerciante que hizo fortuna y solo vive por la felicidad y el amor que le tiene a sus dos hijas, Delphine y Anastasie, consentidas, superfluas e insensibles. Ambas casadas, una con un noble francés y la otra con un banquero, y ambas han echado de casa a su padre y se avergüenzan de que las vean con él en público; pero no sienten el mismo pudor cada vez que necesitan pedirle dinero. Los compañeros de Goriot en la pensión no saben nada de él ni de sus hijas, le desprecian y se ríen del pobre señor, hasta que llega Eugène de Rastignac, un joven estudiante al que su familia (campesinos humildes de familia noble) han enviado a París con el esfuerzo de sus ahorros. Eugène es ambicioso, piensa en triunfar, que París se rinda a sus pies. Cuando conoce las hijas de Goriot, Eugène empieza a comprender la grandeza y la locura de un hombre que lo ha dado todo por amor (sus padres también lo han hecho por él), pero también que triunfar como él anhela en ese París corrupto e inmoral no es compatible con los altos conceptos de honor y justicia que su juventud y romanticismo le hacen llevar por bandera.