En octubre de 1978, la conducción de Montoneros decidió iniciar la llamada Contraofensiva Estratégica frente al temor de que la organización armada dejara de representar una alternativa política para la sociedad argentina, luego de dos años de exilio orgánico y represión dictatorial. Sin embargo, esta estrategia política, propagandística y militar acabaría sellando trágicamente el final de su proyecto revolucionario. La memoria de la Contraofensiva quedó restringida a lecturas retrospectivas que, desde las evocaciones militantes, los ensayos o las crónicas periodísticas, enfatizaron la equivocación política. Así, redujeron su comprensión a balances generacionales, épicos y condenatorios, sobre la trayectoria de Montoneros.
Frente a eso, Hernán Confino reconstruye la historia de la organización entre el exilio y la Contraofensiva, y la analiza no a partir de su resultado político, sino en el devenir más amplio que la enmarcó y le dio sentido. A través del examen de múltiples fuentes —publicaciones partidarias, memorias, entrevistas a militantes, documentos de inteligencia—, muestra que la Contraofensiva no fue una excepcionalidad o una «aventura mesiánica», sino una estrategia posible en la línea de desarrollo de Montoneros, inseparable de la situación de exilio, de la historia política del país y de la región.