«En torno a esta idea concretada de un pesebre psiquiátrico, Schinaia organizó un verdadero anti-manual de psiquiatría y, además, la historia de una realidad clínica, de una forma mentis y de un sistema de vida: el de la psiquiatría institucional, junto al esfuerzo de su invasión ideológica y práctica. La escribió para recordarnos la institucionalización de la violencia en psiquiatría y para denunciar una vez más pero de una forma nueva, ya sea la posibilidad de que la ciencia trabaje contra una locura inerme, ya sean las profundas razones por lo que eso sucedió en la historia de la medicina moderna y podría suceder todavía, tal vez con formas nuevas» (Fausto Petrella, del Prólogo a la edición italiana).
«El libro nos transporta por un recorrido para reflexionar en cada capítulo acerca del lugar que ocuparon las prácticas 'manicomiales' en el campo de la salud mental para abordar distintas problemáticas del ser humano marginado del seno de su familia, sociedad y cultura por ser distinto a los demás. Todo el libro de Schinaia tiene un leitmotiv que es entre exclusión e inclusión, entre afuera y adentro. Las prácticas 'manicomiales' pueden ubicarse en un lugar específico como lo es 'el manicomio', pero según mi apreciación esas prácticas están alojadas en múltiples espacios, más allá del lugar específico que tiene el manicomio en el imaginario social» (Humberto Persano, del Prólogo a la edición argentina).