No es pesimismo ni desesperación, es una simple evidencia, pero una evidencia que suele quedar velada por nuestra pertenencia a una colectividad que nos ciega con sus sueños, sus excitaciones, sus proyectos, sus ilusiones, sus luchas, sus causas, sus [17] religiones, sus ideologías, sus pasiones. Y entonces, un día, cae el velo dejándonos a solas con el cuerpo, a merced del cuerpo,