—En verdad, no entiendo ya esto. Quizá antes fue mi vida, quizá fue lo normal, pero ahora es tan distinto, Gabriel, así debe ser, ¿no? Debes cambiar, superarte, encontrar otro mundo. Lucha, rompe tu lindo hocico. Siempre pelea por algo, cuate; tarde o temprano sabrás por qué. Pero debes abandonar la vida que llevas. Tienes que buscar para entablar la batalla, ¿oyes?, esto es muy serio, Gabriel, buscar. Detesto parecer moralista, pero ¿qué caso tiene que me beses y que vayamos a la cama y que todo sea igual que antes? Debemos avanzar, no quedarnos estancados, seguir adelante hasta rompernos la cara. Y hay que averiguar la manera de hacerlo. Yo sé qué busco, pero tú debes buscar aún. Maldita sea, escúchame, Gabriel, hay que hacerlo. Entiende, por