Esta obra es más que un libro, me transmitió muchas emociones, ¡que manera de hablar de los niñes que deben atravesar esta forma tan horrible de migrar, de vivir y morir.
Sin duda se vuelve uno de mis libros favoritos de la vida.
La obra de Luiselli es trascendental y compleja, aborda de una forma novedosa el problema migratorio y, de fondo, también es una cartografía familiar que se intersecta con la geografía de la frontera, el desierto y el muro. Las numerosas citas y referencias sonoras, bibliográficas, documentales, históricas y literarias enriquecen la lectura. Las narraciones en diferentes personas ofrecen variadas perspectivas y la tensión vivida en los últimos capítulos hacen de este un libro grande.
Es un libro maravilloso, increíble y al mismo tiempo desgarrador sobre las infancias migrantes.