Ollantay es un drama escrito originalmente en quechua colonial, considerado por unos como de origen incaico —y como tal la más antigua y rotunda expresión de la literatura quechua—; y por otros como de origen hispano colonial. El más antiguo manuscrito de esta obra perteneció al sacerdote Antonio Valdés (siglo XVIII), a quien por algún tiempo se consideró su autor original; pero existen otros manuscritos divergentes que han hecho pensar en la existencia de una fuente común, de más remoto origen. La posición más aceptada actualmente es que la historia contada en el drama es de origen inca, que fue conservada durante mucho tiempo como tradición oral, hasta que en la época colonial fue adaptada para su escenificación teatral según el molde occidental, aunque continúa en el anonimato el autor o autores de tal adaptación.