Qué fechas son esenciales para comprender el conflicto palestino-israelí?
Si uno tuviera que trazar una línea histórica en este conflicto que tiene unos cien años de vida, encontraría numerosos hitos de desencuentros entre judíos y árabes antes de la creación del Estado de Israel el 14 de mayo de 1948 y pocos de encuentros entre israelíes y palestinos después de esa fecha. La resolución de Naciones Unidas que declaró la partición de Palestina el 29 de noviembre de 1947 es, sin lugar a dudas, un momento clave para entender el conflicto entre ambos pueblos. Allí, un factor externo, Naciones Unidas, decidió dividir un territorio sobre bases étnico-nacionales para encontrar una solución al enfrentamiento creciente entre las dos comunidades. Se partía de un presupuesto: ambos pueblos no pueden vivir juntos. La “solución” no fue tal, no trajo la paz y no logró lo buscado. No se trata de cuestionar las decisiones tomadas por los organismos internacionales, sino de comprender la dinámica que se desató desde esa fecha y que llevó al nacimiento del Estado de Israel en 1948 y a la expulsión de los palestinos.
Hasta la guerra del 5 de junio de 1967 israelíes y palestinos se desconocían; no sólo en su visión del mundo sino también en el terreno concreto, más allá de que una minoría árabe atomizada hubiera quedado dentro del Estado de Israel. Israelíes y palestinos no se veían las caras, sabían poco y nada los unos de los otros. Después de la ocupación de Cisjordania y Gaza nació el binomio ocupante-ocupado, que transformó la (no) relación existente entre 1948 y 1967 en una relación típica de colonizador-colonizado que se mantiene en gran medida.
La tercera fecha es 1993. Los Acuerdos de Oslo trajeron un viento de esperanza, porque en esa fecha los paslestinos y los israelíes se reconocieron mutuamente por primera vez. Después de décadas de demonización recíproca reconocer que “el otro” puede ser un interlocutor válido representó un quiebre con el pasado, aunque ese diálogo terminara frustrándose.
Falta una nueva fecha, la que permita vislumbrar la coexistencia entre los dos pueblos. Por ahora, no ha llegado