ELLA CUIDÓ DE MÍ
No estarás más en esa cámara oscura y húmeda
que habías convertido en celda
No veré más tu camisón
ni tus piernas tendidas tras la puerta
ni tus pasos al levantarte escucharé
No estará más tu voz en la cocina
llamándome bajo resguardo
de trastes y sartenes
junto al horno que jamás se usó
Y aunque también entre los pucheros anda Dios
solías no gastar el tiempo en nimiedades
El ambiente ha quedado limpio
de tu presencia
Ahora reina el vacío
como una eterna ama de casa
como la madre que jamás volvió