Al principio, Anna Sands no sospechó cuando, aquella Nochebuena, se vio atrapada con Gideon Strange en una mansión, en medio de una tormenta de nieve. Pero, aunque parecía encantador, Anna creyó ver un asomo de crueldad en su atractiva cara, y empezó a hacerse preguntas…
¡Gideon no podía creerse lo inocente que parecía Anna! Estaba seguro de que sabía lo que había en realidad bajo aquella apariencia: una embustera, una ladrona. Así que, ahora que la tenía exactamente donde quería, iba a hacerle pagar caras todas sus mentiras. En su dormitorio…