Un hombre viejo sale de su casa para protestar por el cierre de los últimos cines de un Madrid del futuro. Se trata de un cambio más de una cadena que él vive como decadencia. Un mundo peor. El cuerpo le falla, de la memoria al intestino. Cuando quiere volver no recuerda dónde queda su casa y durante esas horas recorre la ciudad y pasa revista a su vida, critica las novedades en el arte y la literatura, se burla del vegetarianismo. En este cuento —en el que la realidad se cruza con la ficción— el personaje lamenta haber dejado a Carmencita, la compañera de toda su vida, por «un enamoramiento de la pichula, no del corazón».
Los vientos muestra a un Vargas Llosa pleno, crítico, agudo, mordaz. El Premio Nobel que se ganó a millones de lectores todavía tiene mucho por decir.