Mediante un veloz recorrido por los saberes acumulados durante siglos y relacionados con las ciencias humanas, el autor llega a una versión más acabada de la hermenéutica analógica, abordada por él en publicaciones anteriores; presenta un instrumento interpretativo basado en la analogía o proporción y en la phrónesis o prudencia, conceptos que se originaron en la antigüedad griega y que se han ido enriqueciendo en el milenario transcurso del pensamiento filosófico. El autor hace además una propuesta para avanzar en la interdisciplinariedad, pues la hermenéutica lleva a la interdisciplina, a fin de que las ciencias puedan trabajar en colaboración y que el resultado sea la consonancia, sin perder la individualidad.