El amor es una fuerza natural, como las que impulsan al agua y al fuego. Como a éstas, hay que darle cauce, aprovecharlo y garantizar su persistencia. Quienes creen que para conseguir la felicidad a través de una relación basta con el impulso inicial que acerca a dos personas, se equivocan. En el curso de la convivencia es necesario desarrollar día a día estrategias sentimentales para que el primer amor persista. John Gray, autor de la obra clásica sobre las relaciones de pareja “Los hombres son de Marte y las mujeres son de Venus”, aporta consejos para lograrlo. Mediante una secuencia de aforismos breves, nos inicia en los trabajos del amor, cuya única certeza es el esfuerzo que desarrollemos para mantenerlo vigente y activo.