John Dixon Hunt llama “tercera naturaleza” al arte que consiste en mezclar a los seres de la naturaleza salvaje (wilderness), o “primera naturaleza” según Cicerón, con la arquitectura y el artificio. La “segunda naturaleza” no figura en el arte de los jardines del siglo XVIII, y atañe al paisaje agrícola y su origen está en una domesticación utilitaria de la naturaleza. Podría aplicarse a los huertos, los vergeles, los jardines de plantas condimentarias que acompañan en todo momento al parque y al jardín ornamental.2