Un caballo en la noche

«Nunca quise escribir algo trágico». Pero lo que creo que quiero y lo que me mueve no siempre es lo mismo. Escribo para descubrir lo que hay dentro de mi mente. Para mí es, a menudo, mucho mejor, más sano, que registrar lo que ya sé que está ahí.

La vida interior es una de las cosas que más me gusta leer en la ficción —habitar la mente de un narrador si ese narrador, esa mente, me atrae— y al leer un diario se obtiene eso en sentido exponencial. Un diario es íntimo, directo, inmediato.

vida interior es una de las cosas que más me gusta leer en la ficción —habitar la mente de un narrador si ese narrador, esa mente, me atrae— y al leer un diario se obtiene eso en sentido exponencial. Un diario es íntimo, directo, inmediato.

Estar a favor de la soledad no significa estar en contra de la comunidad ni de la amistad ni del amor. No es que la soledad sea mejor, es solo que sin esa experiencia nos impedimos descubrir algo profundamente valioso, quizás incluso vital, para nuestra individualidad.

Quiero saber que he visto lo que es visible solo cuando estoy conmigo misma, incluso si paso la mayor parte de mi vida con otras personas.

¿Quién eres cuando no eres amiga, pareja, amante, hermana, madre, hija? ¿Qué haces cuando no hay nadie contigo?, y ¿lo haces de un modo diferente al que lo harías si alguien estuviera ahí? Es difícil ver a una persona en su totalidad si siempre lleva a alguien adosado. Ante todo, es difícil vernos a nosotros mismos si no estamos nunca solos.

En torno a cada uno de nosotros hay una vida a la que nadie más debería entrar, para evitar ahuyentarla.

Volvemos real lo que vemos en la mente.

Cuando lo leo, soy feliz

La novela de Claire Donato, Burial (Entierro), hace visible el mundo de desorientación que debe traer consigo la muerte de un padre.