bookmate game
Julia Quinn

Por Un Beso

Notify me when the book’s added
To read this book, upload an EPUB or FB2 file to Bookmate. How do I upload a book?
  • Yani Bogadohas quoted2 months ago
    Lo único que le quedaba por hacer era…
    —Hyacinth.
    Pegó un salto y estuvo a punto de chillar.
    —¿Gareth? —exclamó, con los ojos casi desorbitados.
    ¡Buen Dios!, estaba recostado en su cama.
    —Te estaba esperando —dijo él, sonriente.
    Ella miró rápidamente toda la habitación. ¿Cómo entró?
    —¿Qué haces aquí? —susurró, angustiada por los nervios.
    —Llegué temprano —dijo él en tono perezoso, pero sus ojos brillaban de intensidad—. Se me ocurrió esperarte.
    —¿Aquí?
    Él se encogió de hombros, sonriendo.
    —Hacía frío fuera.
  • Yani Bogadohas quoted2 months ago
    —Te amo, mujer idiota —dijo, agitando los brazos como un loco.
    Era increíble a qué lo reducía ella. No recordaba ninguna ocasión en que hubiera perdido los estribos de esa manera, no recordaba una ocasión en que alguien lo hubiera enfurecido tanto que casi era incapaz de hablar.
    Aparte de ella, claro. Apretó fuertemente los dientes.
    —Eres la mujer más irritante, más frustrante…
    —Pero…
    —Y «nunca» sabes cuándo parar de hablar, pero, ¡Dios me asista!, te amo de todos modos…
    —Pero, Gareth…
    —Y si tengo que atarte a la maldita cama solo para tenerte a salvo de ti misma, lo haré.
    —Pero, Gareth…
    —No digas ni una palabra. Ni una sola maldita palabra —dijo él, moviendo el índice hacia ella de una manera muy poco educada.
  • Yani Bogadohas quoted2 months ago
    —¿Cuándo te volviste tan pomposo?
    —¡Cuando me enamoré de ti! —contestó él, con un rugido.
  • Yani Bogadohas quoted2 months ago
    —¿Por qué? —preguntó Hyacinth.
    —¿Por qué qué? —dijo él, sonriendo.
    —¿Por qué me pides que me case contigo?
    —Yo diría que eso es evidente.
  • Yani Bogadohas quoted2 months ago
    —¿Vas a entrar? —le preguntó Hyacinth.
    —Mejor que no —repuso él, negando con la cabeza.
    Ella lo miró, con sus ojos insólitamente serios.
    —Me gustaría que entraras.
    Fue una simple declaración, tan llana y sin adornos que él comprendió que no podía negarse.
  • Yani Bogadohas quoted3 months ago
    —¿Tienes fiebre?
    —Estoy bien —dijo él, cogiéndola en sus brazos—. Mejor que bien.
    —¡Gareth! —exclamó ella, tratando de escabullirse de sus brazos cuando él se inclinó para besarla—. ¿Estás loco? Estamos en medio de la calle y es…
    Él la interrumpió con un beso.
    —Es pasada la medianoche —farfulló ella.
    Él sonrió con su sonrisa pícara.
    —Pero nos vamos a casar la semana que viene, ¿recuerdas?
    —Sí, pero…
    —Y hablando de eso…
    Hyacinth lo miró boquiabierta cuando él hincó una rodilla en el suelo.
    —¿Qué haces? —chilló, mirando nerviosa a uno y otro lado de la calle. Seguro que lord Saint Clair los estaba observando, y a saber quién más—. Nos verá alguien —susurró.
    —Van a decir que estamos enamorados —dijo él, sin la menor preocupación.
    —Esto…
    ¡Santo cielo!, ¿cómo puede discutir eso una mujer?
    —Hyacinth Bridgerton —dijo él, cogiéndole la mano—, ¿quieres casarte conmigo?
    Ella pestañeó, desconcertada.
    —Ya te dije que sí.
  • Yani Bogadohas quoted3 months ago
    —Hyacinth —dijo.
    Ella lo miró expectante.
    —Hyacinth —repitió, esta vez con más seguridad. Le sonrió, fusionando los ojos con los de ella—. Hyacinth.
    —El nombre es conocido —terció su abuela.
    Sin hacerle caso, él apartó la mesa de centro para poder hincar una rodilla en el suelo.
    —Hyacinth —dijo, y le encantó su exclamación ahogada cuando le cogió una mano—, ¿me harías el muy gran honor de ser mi esposa?
    A ella se le agrandaron los ojos, luego se le empañaron, y empezaron a temblarle los labios, esos labios que había besado tan deliciosamente solo unas horas antes.
  • Yani Bogadohas quoted3 months ago
    Gareth se echó a reír. ¡Buen Dios!, estaba enumerando todas las causas de que fuera difícil amarla. Tenía razón, claro, en todas, pero ninguna de ellas tenía mayor importancia. Al menos no en ese momento.
    —¿Qué? —preguntó ella, desconfiada.
    —Cállate —dijo él, cruzando la distancia que los separaba.
    —¿Por qué?
    —Simplemente calla.
    —Pero…
    Él le puso un dedo en los labios.
    —Hazme un favor —le dijo dulcemente—. No digas ni una sola palabra.
    Sorprendentemente, ella se quedó en silencio.
  • Yani Bogadohas quoted3 months ago
    Además, no fue el beso. El beso no la molestó. En realidad, lo encontró bastante placentero. Y, para ser sincera, muy retrasado; ya era hora.
  • Isaahas quoted3 months ago
    habló en tono mon
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)