En plena Revolución Cultural, uno de los periodos más convulsos del régimen comunista de Mao, Madame Liang regenta en Shanghai un restaurante en el que ofrece a una selecta clientela, de ricos comerciantes y mandatarios del gobierno, los platos más delicados. Frente a las consignas de los Guardias Rojos y la supuesta austeridad del régimen, continúa ocupándose de su trabajo y de sus tres hijas, Grace, Joy y Mercy, que estudian en Estados Unidos. A través de las peripecias que componen el argumento el lector contemplará dos mundos paralelos pero muy distintos: la China eterna y la China revolucionaria.