Rodolfo, un joven de El Copey (Cesar), viaja de Bogotá a Valledupar para acompañar a su familia en los últimos días de agonía de su padre.
El viaje significa un reencuentro con su madre y las mujeres de su familia, con su propia infancia; pero también un duro ajuste de cuentas con el padre, con la cultura Caribe y con el vallenato.