Había una vez una persona poderosa que se había perdido en los laberintos de su propia mente. Teniéndolo todo, se convenció de no tener nada. Viviendo en un paraíso, casi logró convertirlo en un páramo. Siendo fuente inagotable de amor, lo mendigaba de rodillas a cualquier otra persona. Poseedora de todas las respuestas, se quedó sin la capacidad de hacerse nuevas preguntas.
¿Esa persona existió en el siglo X? ¿En el XV? ¿En el XVII? ¿Quizás en otro planeta?
¡No!
Esa persona sos vos que hiciste de cada evento una tragedia griega mientras la vida te pide que despiertes.
Así que ya es hora de que aprendas a DejArte en Paz.
Después de habernos tragado miles de cuentos chinos acerca de cómo vivir, hoy tenemos la oportunidad de declarar la paz en nuestras mentes y corazones.
¿Lo hacemos juntos?