El yoga aporta un beneficio global sobre el cuerpo, ya que sus efectos repercuten en todos los aparatos y sistemas (muscular, esquelético, nervioso, endocrino, cardiovascular, respiratorio y digestivo principalmente). Además, a través de la práctica continuada vamos desarrollando un estilo de vida y unos hábitos saludables (postura corporal, pautas de respiración, gestión del estrés mental...) que repercuten no solo en nuestra salud física, sino también en nuestra manera de ver el mundo y de experimentar un encuentro con uno mismo.