Juliette y Justine eran dos niñas que tenían 14 y 12 años respectivamente cuando quedaron huérfanas y totalmente solas. Al salir del convento, ambas decidieron tomar caminos distintos. Juliette, una hermosa joven, decidió comenzar a trabajar en un burdel. Cabe mencionar que en el convento estuvo expuesta a prácticas sexuales diversas, por lo que se adaptó fácilmente al camino del vicio, la depravación y el dinero. Justine, por otra parte, buscó desesperadamente abrirse camino en un mundo cruel, siendo una joven virtuosa. Desgraciadamente se encontrará todo tipo de personajes sádicos y pervertidos que la utilizarán y abusarán de ella.