El tío Javier le encomienda una misión secreta a su sobrino Gabriel: cuidar por unos días de su zorrillo. El chico acepta. ¿Qué podría salir mal al hacerse cargo de un animal salvaje que jamás ha visto? Todo, naturalmente. Por fortuna, Gabriel tiene una hermana menor a prueba de líos.
Dos hermanos que no se llevaban bien descubren que son los mejores aliados para salir de los problemas (y para hacer travesuras).