El doctor Scott Galbraith estaba harto de que todas las mujeres intentaran llevarlo al altar. Necesitaba un niñera para sus hijos, no una esposa; por eso había incluido una sola condición en el anuncio ofreciendo el empleo: la candidata no debía tener ningún interés en casarse.
Willow era guapa y soltera, pero parecía totalmente inmune a los encantos de Scott… lo que, para sorpresa del doctor, estaba empezando a ponerlo muy furioso. De pronto se encontró considerando una posibilidad impensable: casarse…