Retrato de los dos extremos de la vida. Una novela melancólica, dinámica y muy onírica.
Emociona ser testigo del llanto de Johannes al nacer y luego cómo abandona la vida para internarse en "eso" que no tiene nombre.
Aprender a morir, desacostumbrarse a vivir.
Unico, lirico y permanente; sin evitar una reconexion con Rulfo.