Colocaron un cuchillo de piedra recién afilado en el nacimiento de mi pelo. Ahí, en la cara, en señal de humillación quizá, recordé que había dicho mi padre. Mi padre puso su cuchillo de caza en mi brazo; me miró a la cara mientras apretaba. Aquí y aquí, para causarle dolor. Le sostuve la mirada. Salió la luna, llena. Vinieron hacia mí blandiendo palos, y yo perdí el equilibrio y me caí en la orilla del agua;