Después pensé que el amor resulta con frecuencia ilógico, incomprensible. Muchos hacemos lo mismo cuando nos enamoramos de alguien que está muy enfermo; de alguien que vive lejos; de alguien comprometido con una historia previa en la que no cabemos. ¿Quién no se ha sumergido en un amor abismal a sabiendas de que no tiene futuro, aferrado a una esperanza endeble como una brizna de hierba? Pourquoi durer est-il mieux que brûler?, se preguntaba escéptico Roland Barthes. El amor y el sentido común no siempre