Siempre leer a Elizondo es adentrarse en un profundo ritmo, exaltado, sensual y crudo. Un relato que lleva a una adolescencia y a los olores de la nostalgia. Me encantó.
Elsinore es una novela de iniciación. Un ritual de entremundos, el sueño y la aventura. Celebrada por Octavio Paz no por eso es una gran novela. Delectable sí, de aliento fugaz, da cuenta de una historia juvenil del propio autor.
Antesala de Farabeuf, acá Elizondo ya ensaya un lenguaje de entre líneas económicas y líquidas. Destaca la crónica social que mira de manera perpendicular a los estratos "más rudimentarios".
La anécdota juvenil se adereza con un estilo preciso, a veces elegante. ¿Qué aporta más allá del ejercicio? Despunta el matrimonio entre el azar y "la Inteligencia". Se lee de un tirón en un par de días de ocio; suficiente para un fin de semana de melancolía.
Interesante,lo leí en una edición junto a otras dos novelas cortas.