ON ALICIA aprendió muchas cosas; por ejemplo, que la Luna define la manera en que uno se relaciona afectivamente con las personas, sobre todo con la madre; que el Ascendente determina la personalidad social (Alicia le dijo que ese término, “personalidad social”, lo había tomado de un libro de un tal Marcel Proust), es decir, el modo en que uno se presenta frente al mundo, una especie de escudo para preservar nuestro verdadero ser, delineado por la ubicación del Sol.