«llegas demasiado tarde a mi vida».
No es un detalle simple
no es leche simple: lamimos y relamimos suculencias
de muslos, bandejas
de estadías, platillos
de ponientes, leche, castañas
(verdinegras, süaves);
os cuento que ceñí el gris donaire azul
—con cuchillo, tenedor, con cuchara, las prisas—
de mi enamorado. No tengas prisa!
Ruborízate!
«Berta García Faet, llegas
demasiado tarde a mi vida».
No te cunde la cháchara? Se te antoja
correr? Manjar
con mis creces, licenciado adorado!
Juncos, leche hervida
SORPRESA
somos simples
mortales.
Nunca jamás
te quites
ni de hic ni de allá. Verano. De repente,
tallos lustrosos, cócteles, camelias,