Enfrentada a la necesidad de casarse con un hombre al que despreciaba, Tamsin se vio obligada a cumplir con las obligaciones familiares por encima de su propia felicidad, hasta que un importante torneo terminó con su secuestro. Atrapada con su intrépido captor, el legendario Lobo de Gales, no tardó en sentirse irresistiblemente atraída hacia el hombre que se escondía bajo una férrea armadura.Aunque Rheged raptó a Tamsin arguyendo venganza, no podía ignorar su voluntad de protegerla. Aun a sabiendas de que al amarla caería sobre ellos la ira de sus enemigos.