sometiéndome a este proceso me estoy abriendo a esas posibilidades. Corro el riesgo de convertirme en uno de esos hombres alemanes carasalchicha necesitados de un enorme pene canino, y eso me preocupa, doctor Seligman, me preocupa de verdad.
Supongo que es una de las razones por las que vine a verle; para ser sincera, es probable que sea la razón principal, y sé que igual suena un poco extraño, doctor Seligman, pero cuando era más joven siempre pensé que la única manera de superar verdaderamente el Holocausto era amar a un hombre judío. Y no cualquier judío de los de toda la vida, sino uno como es debido, con tirabuzones y casquete. Un devoto y que supiese leer la Torá y no saliera de casa sin su sombrero negro