El desarrollo de un fármaco es un proceso largo y costoso: su comercialización puede tardar entre 10 y 15 años, cuesta aproximadamente 2.500 millones de euros y su tasa de éxito, dejando en el camino decenas de miles de compuestos, ronda el 12%. Además, garantizar la eficacia y seguridad de un fármaco requiere de ensayos con animales y estudios en seres humanos, con importantes implicaciones éticas en la investigación biosanitaria. Este libro explica las principales estrategias que ha llevado a cabo la industria farmacéutica para tratar de abaratar y acelerar la producción de nuevos medicamentos: el reposicionamiento, que busca dar un nuevo uso terapéutico a un fármaco ya conocido, y la reformulación, que desarrolla nuevas formulaciones para un mismo medicamento. Sus autoras analizan sus casos de éxito y sus inconvenientes, y la aplicación de dichas estrategias en los campos con más impacto y utilidad: las enfermedades raras y las pandemias causadas por virus emergentes.