Una novela poderosa y sensorial, en la línea de El perfume de Patrick Süskind. Una lectura macabra, provocadora y compulsiva.
Karl es un niño con un oído extraordinario que se siente abrumado por el ruido que tiene soportar al estar con más gente. Ya de bebé no soporta estar cerca del latido del corazón de su madre. Poco a poco, este niño peculiar que vive en el sótano y prácticamente no sale de casa, descubre que matar es la única manera de liberar a la gente de sus penas y preocupaciones. Matar se convierte en el mayor acto posible de amor y en la única manera de poder vivir en silencio.
En poco tiempo, Karl deja un rastro de sangre en el pueblo, hasta que su propio padre descubre la verdad y el joven debe huir. A sus dieciséis años, y ya en la ciudad, seguirá perpetrando crímenes brutales. Su excepcional oído le permite acercarse a sus víctimas sin miedo a ser descubierto, y convertirse en un ser prácticamente invisible que vive de noche, cuando el silencio le aporta tranquilidad. Quién sabe si algún día cometerá un error y será finalmente descubierto.