obra en línea y verso, en la página y en el grabado, es variada y abundante. De 1805 a 1808 compuso Milton: un poema (creyó que el autor del Paraíso perdido había reencarnado en él), e ilustró por encargo ese libro prerromántico, Pensamientos de la noche, de Edward Young: un aire a cementerio que inspiró a Cadalso sus Noches lúgubres. Pero nadie menos romántico que Blake, enemigo como los gnósticos o los cátaros de la Naturaleza, ese espejo donde Wordsworth quería verse a sí mismo y al ser humano pero que a él, Blake, le estorbaba para esa otra realidad que ya percibía, sin groseros accidentes externos, en su imaginación.