Si el concepto de “virtud” te parece un poco presuntuoso, considera la evidencia de que una vida virtuosa vale por sí misma. Nadie tiene menor serenidad que quien no sabe los que es bueno o malo. Nadie se abruma más que quien, en ausencia de un código moral, se agota en cada decisión y considera cada tentación. Nadie se siente peor consigo mismo que el estafador o el mentiroso, aun si se le colma de premios en respuesta a sus engaños y falacias. La vida carece de sentido para quien decide que sus decisiones no tienen importancia.