una vida cómoda y la compañía de tus amigos. Yo, en cambio, sola y sin patria, recibo 255 los ultrajes de un hombre que me ha arrebatado como botín de una tierra extranjera, sin madre, sin hermano, sin pariente en que pueda encontrar otro abrigo a mi desgracia.[23] Pues 260 bien, sólo quiero obtener de ti lo siguiente: si yo descubro alguna salida, algún medio para hacer pagar a mi esposo el castigo que merece [a quien le ha concedido su hija y a quien ha tomado por esposa], cállate. Una mujer suele estar llena de temor y es cobarde para contemplar la lucha y el hierro, pero 265 cuando ve lesionados los derechos de su lecho, no hay otra mente más asesina.