Este libro constituye una aproximación novedosa a las relaciones entre estas dos potencias emergentes, India y China, pues se aparta de la óptica tradicional de las relaciones internacionales para contemplar factores culturales hasta ahora descuidados (imágenes, representaciones, percepciones, entre otros). El estudio resulta útil para el público especializado y no especializado: es una revisión de la relación chino-india de largo alcance, desde asuntos netamente políticos y de defensa hasta económicos, culturales y de cooperación. El texto parte del examen crítico de dos supuestos desde los que se ha estudiado esta relación: el primero aboga por plantear la relación India-China en términos de competencia regional (creciente papel político debido a la desaparición de la URSS y acelerado desarrollo económico); el segundo es un supuesto disciplinar en el que las relaciones internacionales olvidan su carácter multidisciplinario y se centran en el Estado-nación y en factores de tipo político o económico. El libro trata de ofrecer nuevas perspectivas en ambas direcciones.