Abrimos cuando anochece. Cerramos cuando amanece. Éste no es un circo cualquiera… Tras la escena se está preparando una feroz competición, un terrible duelo entre dos jóvenes magos, Celia y Marco, entrenados desde pequeños para este propósito, un duelo que sus entrenadores llevan preparando desde hace años. Lo que no saben es que éste es un juego mortal,en el que sólo puede haber un vencedor… Un precio muy alto para dos jóvenes que acaban de descubrir el amor, un amor mágico y profundo que ilumina todo lo que toca. «Y también algo más que un circo, de hecho. Uno como jamás se ha visto. No un circo con una sola carpa, sino con muchísimas, cada una de ellas con un espectáculo concreto. Nada de elefantes ni de payasos. No, no; hablo de algo mucho más refinado, no de cosas corrientes. Será distinto, una experiencia totalmente única, un festín para los sentidos. Teatro sin sala, un espectáculo de inmersión. Acabaremos con las suposiciones y las nociones preconcebidas acerca de lo que debe ser un circo y crearemos algo completamente distinto, nuevo.»