Cuarto de desechos

Pero el pobre no reposa, no tiene el privilegio de gozar del descanso.

Actualmente somos esclavos del costo de vida.

Cuando el cuarto propio es el cuarto de desechos, no queda más que escribirlo, describirlo y desmantelarlo con la voz

Es planteada como una escritora talentosa a pesar de y no gracias a su comunidad de origen.

No obstante, Evaristo señala que existen dos problemas con esta perspectiva; por una parte se pone la atención en el intelecto excepcional de Carolina, en lugar de cuestionar qué condiciones la mantuvieron tanto tiempo en la pobreza extrema.

Quién sabe si el policía ignora que ya se ha abolido la esclavitud y aún estamos en el régimen del látigo?”

los marranos aquí, habrían de protestar y hacer huelga. Siempre escuché hablar de la favela, pero no pensaba que fuera un lugar tan asqueroso. Sólo Dios para apiadarse de nosotros

Lo que me indigna es la codicia de los hombres que se exprimen unos a otros como se exprime una naranja.

–Sí. Pero haga de cuenta que no lo estoy, porque tengo mucho asco de aquí. Esto sí que es lugar para marranos. Pero si pusieran a

El mareo del hambre es peor que el del alcohol. El mareo del alcohol nos impulsa a cantar. Pero el del hambre nos hace temblar. Me di cuenta de que es horrible tener sólo aire dentro del estómago