Don Rodrigo, ilustre caballero castellano, es designado como Adelantado para dirigir una gran explotación de oro en la América conquistada por los españoles. Su ayudante, un joven acomodadizo y aficionado a los placeres mundanos, nos relata sus acciones a la par que arroja su devastador dictamen sobre el insigne personaje y sobre la brutalidad, indolencia, fanatismo religioso y degradación que campan a sus anchas en ese territorio remoto. Escrito en clave sarcástica, sirviéndose de unas formas literarias prácticamente abandonadas, Los benditos no es un juicio moral ni una reflexión ajustada a los hechos acerca de un periodo sórdido y brillante de nuestra historia. Es, en realidad, el retrato psicológico de de Don Rodrigo, de su fortaleza y declive, de la búsqueda de la salvación celestial.