La primera publicación de Mapa fónico de las lenguas mexicanas apareció en 2009; se componían de seis capítulos, cada uno de ellos destinado al estudio fonológico de una lengua mexicana: el totonaco, el mixteco, el chichimeco, el mixe, el amuzgo y el chinanteco. En esta nueva publicación hacen su entrada el huasteco, el ocuilteco, el tsotsil y el lacandón, cuatro lenguas más, cuyas fonologías son la materia de estudio en cada uno de los nuevos capítulos.
Desde su origen se concibió esta empresa como un conjunto de estudios fonológicos con una fuerte base instrumental, aunque no por ello destinados a especialistas en fonética acústica. El lector podrá familiarizarse paulatinamente con la argumentación y el método utilizado, aunque no por ello la lectura lineal sea indispensable, pues cada capítulo tiene autonomía y forma un todo coherente.