Ya se trate de la injusticia social, el SIDA, las malas predicaciones o los matrimonios en ruinas, todo aquello que rompa el corazón de la persona que ama a Dios de seguro también romperá el corazón de Dios.
Efesios 2:10, dice: «Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica»,1.