Si los modos de hacer son políticas de conocimiento y las políticas de conocimiento suponen modos de escribir, quisiera no hurtar las condiciones y contextos en los que surgen los pensamientos, diálogos, confrontaciones, silencios, y dar cuenta de mi lugar de enunciación, de mis posicionamientos políticos, epistemológicos, pedagógicos, afectivos, geopolíticos, que reconocen una trayectoria de pensamiento y acción artesanal en los bordes o desbordes de las instituciones educativas.