El protagonista es un lobo, pero no un lobo cualquiera, sino un lobo pacífico y culto.
Este lobo, llamado Denís, vive en los alrededores de París, sabe leer, y no mata para comer, sino que es vegetariano. De vez en cuando roba una botella de leche de un repartidor, pero le desagrada enormemente, por ser de origen animal. El caso es que le gusta observar a los humanos, y colecciona todo aquello que tenga relación con ellos: neumáticos, ropa, libros…
Muchas veces ha observado cómo las parejas buscan lugares solitarios para poder estar tranquilas en `sus asuntos`, y Denis se marcha recatadamente para no molestar. Un día se acerca a los alrededores de un bar y ve cómo el `Mago del Siam` (Siam es una especie de juego en Francia) sale en compañía
de una joven, para… en fin, os imagináis para qué, ¿no? Pues bien, en eso que Denís les está mirando, el mago se da cuenta, y se lanza tras él, arreándole un mordisco a nuestro pobre lobo.
A partir de ahí, a Denís le sucede algo muy extraño. Durante las horas diurnas de aquellos días en los que hay luna llena, Denís se transforma en humano. Cuando descubre esto, decide sacarle partido, y en su primer día como humano se viste con las ropas que había ido recogiendo con su forma lupina, y se dirige a París, donde compra una bicicleta para desplazarse. Entra en un restaurante para comer, y allí conocerá a una muchacha, con la que finalmente se irá a su hotel y mantendrán una apasionada relación. Pero lo que Denís interpreta como algo sin importancia, para la muchacha es un negocio, e intenta cobrarle a Denís sus servicios.